¿Qué nos dice el Evangelio de hoy?
El Evangelio de hoy, correspondiente al segundo domingo de mayo de 2022, es una lectura del evangelio de Juan 15:1-8. En este pasaje, Jesús se presenta como la vid verdadera y explica que sólo aquellos que permanecen en Él darán fruto. Nos enseña que sin Él no podemos hacer nada. ¿Qué es la vid verdadera?
Para entender lo que significa la vid verdadera, es importante conocer el contexto histórico del momento en el que Jesús habló estas palabras. En aquellos tiempos, la vid era un símbolo de la nación de Israel. Jesús, al presentarse como la vid verdadera, estaba diciendo que Él es el verdadero Israel, la fuente de vida y salvación para todos los que creen en Él. Permanecer en Jesús
Jesús nos invita a permanecer en Él para dar fruto. Permanecer en Él significa tener una relación personal con Él, seguir sus enseñanzas y obedecer sus mandamientos. Si permanecemos en Él, nos aseguramos de tener una vida plena y fructífera. ¿Qué significa dar fruto?
Dar fruto significa producir resultados positivos en nuestra vida y en la vida de los demás. Si permanecemos en Jesús, Él nos capacita para hacer buenas obras y para llevar a cabo su obra en el mundo. Esto se traduce en amor, paz, alegría, amabilidad, bondad, paciencia, fe y autocontrol. ¿Cómo podemos permanecer en Jesús?
Permanecer en Jesús implica una decisión diaria de buscarlo, conocerlo y seguirlo. Esto se logra a través de la oración, la lectura de la Biblia, la comunión con otros creyentes y la obediencia a sus mandamientos. La importancia de la poda
En el Evangelio de hoy, Jesús también habla de la importancia de la poda. Al igual que las ramas de una vid, a veces necesitamos ser podados para crecer y dar fruto. La poda puede ser dolorosa, pero es necesaria para nuestro crecimiento espiritual. Conclusión
En resumen, el Evangelio de hoy nos invita a permanecer en Jesús para dar fruto en nuestra vida y en la vida de los demás. Esto implica tener una relación personal con Él, seguir sus enseñanzas y obedecer sus mandamientos. A través de la oración, la lectura de la Biblia, la comunión con otros creyentes y la obediencia a sus mandamientos, podemos permanecer en Él y dar fruto abundante.
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